sábado, 17 de marzo de 2012

Nueva Educación. Nuevos Aprendizajes... pero ¿apropiados?

Nueva época. Nuevas tendencias. Nuevos alumnos. Nuevos recursos. Nueva educación.

En definitiva, miles de novedades que colman la sociedad de hoy día. Nuestra mayor preocupación: las escuelas, los estudiantes y lo que resulte de ambos el día de mañana.

Todos estos cambios han originado nuevos métodos de enseñanza centrados en el uso de las tecnologías, aunque de un modo bastante diferente del que hayamos podido comentar hasta ahora.

Así pues, los podemos resumir en tres estilos de aprendizaje: e-learning, b-learning y m-learning.

El e-learning abreviatura de Electronic Learning o, Aprendizaje Electrónico, se caracteriza por ser un aprendizaje a distancia, empleando las tecnologías como fuente de conexión entre docente y alumno. De este modo, el aprendizaje se basa en la Web, los ordenadores, los salones de clases virtuales y el trabajo en grupo. Por ello, podríamos calificar de este tipo de enseñanza como on-line.

Es cierto que podemos destacar numerosas ventajas, entre ellas: la reducción de costes, puesto que no supondrá los mismos gastos un aprendizaje a distancia que uno presencial; puedes realizar otras tareas mientras estudias, e incluso puedes combinar el trabajo y el estudio. No obstante, donde hay un pro, suele haber un contra, de este modo, debemos mencionar que el lazo afectivo tan característico entre maestro y alumno no llega a generarse nunca, por no hablar del hecho de que en la clase se seguirá un ritmo y un nivel concretos, por lo que, aquel que vaya por detrás deberá adaptarse a las exigencia que se le impongan.

En cuanto al b-learning, también conocido como Blended Learning o Aprendizaje Combinado, podemos intuir por su nombre de qué se trata. Pues bien, como su denominación indica, se trata de una combinación del e-learning (aprendizaje a distancia) y de la enseñanza presencial. No obstante, a pesar de eso, se sigue manteniendo el uso de las tecnologías, por lo que de este modo reúne las ventajas del e-learning, y soluciona las desventajas, puesto que al asistir a clase presencial el lazo afectivo puede llegar a formarse aunque puede resultar dificultoso, ya que no se matienen las mismas horas de estudios presenciales que en un aula corriente y, cierto es, que el profesor puede intentar detenerse en esos alumnos que requieran mayor atención, prestando una enseñanza más individualizada.

Por último, el m-learning, cuyo nombre completo es Mobile Learning o Aprendizaje Móvil, combina tanto el e-learning, ya que el aprendizaje puede realizarse a distancia; como el b-learning, pues la enseñanza puede ser semipresencial. La novedad que incluye es que el aprendizaje puede llevarse consigo, esto es, a través de dispositivos tecnológicos tales como: ordenadores tanto personales como portátiles (lap-top), PDA, Tablet PC, Móviles, MP3, GPS... Posiblemente la mayor desventaja de este aprendizaje sea la introducción y permiso de todas esas herramientas en el aula, pues ¿se permitiría a un alumno tener su móvil, PDA o MP3 encendido en el aula mientras se da la clase?

Sin duda, cuando una nueva época da comienzo nos vemos en la obligación de realizar ciertos cambios para adaptarnos a ella de la mejor manera posible y con los resultados más óptimos que podamos lograr, pero... Pensémoslo seriamente: ¿realmente podemos incluir estos tipos de aprendizaje en la Educación Primaria?

Por un lado, la socialización cara a cara es indispensable en esos alumnos, por lo que el e-learning y su variante del m-learning, estarían descartados.

Y en el caso de la educación semipresencial, si el alumno debe asistir a algunas clases y otras las debe hacer a distancia, ¿cómo deberían repartirse los padres, madres o tutores de estos alumnos para poder estar en casa mientras ellos realizan su aprendizaje a distancia? ¿Dejarían de trabajar o dejar sus obligaciones de lado? ¿O mejor aún, dejarían a sus hijos con todos esos dispositivos solos mientras realizan dichos estudios?

El m-learning, tal vez se torne más factible sino incluyésemos en él el e-learning y el b-learning, porque, evidentemente, las nuevas tecnologías están para emplearlas en nuestro beneficio y ¿qué mejor beneficio que la educación? Pero, ¿realmente está nuestra sociedad lista para permitir a sus alumnos corretear por el aula con sus propias Tablet, MP3 o Móviles? Y hablo de nuestra sociedad refiriéndome a España, pues en algunos lugares de Reino Unido ya se ha comenzado a aplicar. O, ¿realmente podríamos permitirnos el poseer uno de esos dispositivos para cada alumno?.

Supongo que aunque los cambios se hacen necesarios y a veces son inevitables, en ocasiones no estamos preparados para algunos de ellos. Dichos estilos de aprendizaje se pueden considerar en adultos que ya recibieron una educación en la escuela, que ahora tienen, trabajo, hijos... y que quieren continuar su carrera, porque una de las grandes ventajas es la libertad de horarios.

Pero, cuando se trata de niños y niñas de entre 7 y 12 años... Cómo podemos separarlos de otros niños de su edad, impedirles esas relaciones, esos momentos en el patio de recreo, esas charlas y debates guiados por el maestro que interacciona con ellos y que en la mayoría de ocasiones supone el mayor apoyo que poseen los alumnos en el aula, confiando en él y en su palabra.

Sin duda, otro gran debate. ¿Debemos permitir que las nuevas tecnologías se coman las vidas e infancia de nuestros estudiantes de primaria o seguimos anclados en el pasado eludiendo los cambios?

En nuestra opinión, podríamos rebatir dichas preguntas con otra pregunta: ¿Y por qué no mantener esa educación "anticuada" pero permitiendo todas esas nuevas tecnologías y dispositivos en el aula?

En este caso, nos encontraríamos inmersos en la gran discusión de siempre: falta de recursos, metodologías pasadas y mentes cuadriculadas.


Tania y Valeria



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